El perfil del administrador costeño

Abstract

A escasos meses de empezar el tercer milenio, muchas son las expectativas. Colombia, al igual que el resto del mundo, ya se viene preparando para enfrentar el "Gran reto". La arremetida de los más sofisticados equipos de comunicación, de información, de cibernética, de preparación profesional, etc., son el pan de cada día. Los aires de cambio ya se están sintiendo, el dueño de la tienda o el pequeño almacén hasta el gerente de la gran empresa colombiana son conscientes de que a partir del 1° de enero del 2000, todas las cosas cambiarán de rumbo, para dirigirse hacia nuevos horizontes; pero sólo llegarán a la meta final y alcanzarán la gloria aquéllos que con antelación se prepararon no sólo físicamente sino psicológica e intelectualmente para triunfar. Adaptando esta situación al Administrador, caso en el cual abordaremos a lo largo de este ensayo, y muy específicamente el Administrador Costeño (Barranquillero), sólo sobreviví remos aquellos que estemos preparados intelectualmente, los que poseamos habilidades creativas e innovadoras, los que estemos a la par o más adelantados al futuro, los de corazón pujante y los que, como las águilas, queremos volar alto. La situación económica, política y social de nuestro país está pasando uno de los momentos más críticos de la historia, donde sobrevivir se convierte en un reto. La tasa de desempleo asciende cada día, los salarios no son satisfactorios, muchas empresas están cerrando sus puertas, las medidas económicas para el año en el sector laboral son deprimentes, un aumento más o menos del 10% en los salarios entre una de las políticas del gobierno, auguran un panorama oscuro. Toda esa avalancha de circunstancias adversas no debe ser motivo de decepción para los que en dos meses vayamos a graduarnos como Administradores, ni para los ya graduados; en medio de esta crisis, hay oportunidades que debemos aprovechar, hay mucha habilidad, mucha creatividad e innovación; sangre nueva y por qué no decir, limpia, capaz de crear fuentes de empleo, mediante negocios propios. En Barranquilla hay mucho talento, que aunado con esfuerzo y dedicación despliegan un pergamino de opciones y alternativas de trabajo.