La papa constituye un producto de enorme importancia en la economía de los pequeños y medianos productores de la Sierra. Miles de familias dependen del cultivo de la papa, incluyendo a productores, vendedores de insumos, intermediarios, procesadores y otros. Además es posible afirmar que la papa es piedra angular en la seguridad alimentaria de miles de ecuatorianos pobres en las zonas rurales y urbanas del país (Herrera Marco 1999). La adaptación de nuevas variedades de papa en el Ecuador es alta, comparada con otros países que se dedican a este cultivo. En la Sierra sur, región tradicional en el consumo de papas nativas, las variedades mejoradas están ocupando el 30 % de la superficie sembrada (Wertmueller 1998) con la tendencia al incremento, restando aún la entrega de variedades más acordes a las exigencias del productor y consumidor, que sean resistentes a lancha, precoces, de alto rendimiento, que no se verdeen fácilmente, aptas para consumo en fresco, buenas para freír y a precios accesibles….