El uso de los plaguicidas convencionales en la agricultura comenzó a desarrollarse en la segunda mitad del siglo pasado. Su empleo ha tenido grandes repercusiones, positivas y negativas, en los ecosistemas del planeta. Positivamente por el aporte que a dado al impedir el aumento de daños por plagas y a la vez contribuir al incremento de los rendimientos de las plantas cultivadas. Para satisfacer estas demandas de plaguicidas, el país importó en el periodo 1992 – 2006 la cantidad de 1.353´115.775 de dólares en insecticidas, herbicidas y fungicidas de acuerdo a estadísticas del Banco Central del Ecuador…..