La controversia entre el Ministro de Hacienda y la Agencia del Banco Internacional, á causa de los contratos que, en octubre de 1885, celebró este Banco con el Gobierno y el de Quito; ha presentado oportunísima ocasión, ya para que el Sr. D. Lucio Salazar se muestre celocísimo defensor de los derechos del pueblo, violando los que la Constitución y las leyes garantizan al Banco Internacional; ya para que ciertos microscópicos escritorzuelos, incapaces de juzgar con acierto de ningún asunto difícil y complicado, ensalcen al Gobierno con frases que de puro vulgares y manoseadas no tienen ninguna significación; y pretendan participar de la popularidad ministerial, áun estableciendo principios inmorales, corruptores y peligrosos.