A partir del año 2019, la cadena de logística internacional enfrentó una crisis desencadenada por la pandemia de Covid-19 y otros factores, como el incidente del portacontenedores encallado en el canal de Suez y los conflictos entre Ucrania y Rusia. La propagación del virus llevó a los países a implementar restricciones de movilidad y confinamientos, lo que resultó en el cierre de fronteras y bloqueo de puertos. Ante el aumento de costos y tiempos de tránsito de las importaciones, se tomaron medidas y estrategias efectivas para evitar que la situación se agravara. Estas acciones incluyeron el ajuste de precios, la planificación anticipada de las importaciones y un análisis cuidadoso de las formulaciones. La respuesta rápida y precisa permitió afrontar los desafíos y mantener operativa la cadena de suministro, protegiendo así el flujo comercial internacional en medio de una crisis sin precedentes.