La historia viva, que no es otra cosa que representar artística y rigurosamente los tiempos pasados, ofrece una experiencia sensorial expandida y permite que el visitante a un territorio se apropie de dicha oferta a partir de la experiencia de viaje. Esto significa aumentar el valor de esos elementos puntuales y vertebrar de manera sólida su articulación en el discurso de marca de destino.Huelga mencionar, además, que las propuestas de este tipo logran vincularse sólidamente con la población local, con lo que se potencia su sostenibilidad. El análisis que se expone en las siguientes páginas busca evidenciar que la marca Guayaquil es mi destino hace un uso inadecuado del concepto “historia viva”, con lo que desaprovecha una potente oportunidad de reforzar la marca ciudad (interna y externamente) y hacer de este puerto un lugar para ser visitado y no, simplemente, de paso. Este trabajo se nutre de diferentes disciplinas académicas: la economía, la historia, la comunicación;y pretende proponer, en línea con el trabajo que el Municipio de la ciudad lleva adelante hace algunos años cuando asumió el manejo de esta competencia, una ruta turística apalancada en su mayor afluente de historia viva, el río Guayas, y acorde con la tendencia mundial de turismo experiencial.