La problemática urbana y socioeconómica en la ciudad de Muisne luego del terremoto del 16 de abril del 2016 requiere respuestas inmediatas en el área educativa, habitacional y de la salud. Sin embargo, la etapa postdesastre implica también la planificación de nueva infraestructura que cubra las necesidades a largo plazo dentro de estos ámbitos, la cual debe trasladarse al sector continental debido a la situación de riesgo ambiental en la isla. El presente trabajo busca dar una respuesta arquitectónica frente al déficit de centros de educación general básica, el cual busca jugar también un papel importante en el ámbito social. Este centro educativo polivalente se presta para las distintas necesidades de la población en general promoviendo actividades de educación continua y espacios para reuniones de interés comunitario, rescatando los valores y costumbres propios del sitio. También puede usarse como albergue en futuras situaciones de emergencia. Este objetivo se alcanza mediante una unidad modular versátil y progresiva que puede adaptarse a distintas necesidades, ya sean efímeras o permanentes. La organización de los módulos configura un conjunto en concordancia con el contexto inmediato, el cual puede transformarse buscando su adaptabilidad a otros sitios similares en la costa ecuatoriana. De esta forma, se contribuye a la reorganización de la población y su bienestar, lo cual conlleva a la reactivación de las ciudades afectadas.