El impacto de la violencia de género, mayormente manifestada en ámbitos domésticos es cada vez más grave; la combinación de daños físicos, sexuales o psicológicos resultan en fuertes traumas personales y familiares. Quienes sobreviven a menudo acuden a centros de acogida, que tradicionalmente se han creado con un deficiente raciocinio espacial, en donde la arquitectura no juega un mayor papel en los procesos a los que el programa da cobijo. Este trabajo propone, a partir de la combinación de reflexiones teóricas y el diseño arquitectónico, proyectar un centro de atención y acogida para mujeres, madres e hijos víctimas de violencia, a través de espacios de crecimiento, empoderamiento y sanación: soluciones integrales a conflictos reales.Arquitecto