El edificio donde funcionó hasta la década de 1980 el Colegio Rafael Borja, fue adquirido por el Banco Central, con la finalidad de rescatar los valores arqueológicos y culturales presentes en el lote donde este se emplazaba, dicho rescate provocó que el inmueble quedara en desuso. Este anteproyecto, identifica estrategias de sostenibilidad y eficiencia energética, que permitan la rehabilitación y refuncionalización del edificio, integrándolo con el complejo arqueológico. Tomando como punto de partida un diagnóstico integral se propone un anteproyecto de refuncionalización, que ponga en valor las características patrimoniales del inmueble utilizando estrategias de arquitectura sostenible.Arquitecto