En el presente trabajo se utilizó la nanotecnología, aplicada en arcilla nacional y extranjera para mejorar las propiedades físicas y químicas del polietileno. Ciertos estudios realizados en otros países han comprobado que al fusionar una matriz polimérica con una pequeña cantidad de nanoarcilla pueden mejorar en gran magnitud ciertas propiedades de los polímeros, las cuales son: la temperatura de deflexión por calor, las propiedades de barrera de gas, retardo de la llama de la matriz de polímero, rigidez (Módulo de Young) y la conductividad eléctrica, además se utilizó un inhibidor volátil de corrosión en fase de vapor para mejorar la compatibilidad de las organoarcillas y la dispersión de la nanoarcilla en la matriz polimérica. En el Ecuador existe una gran cantidad de materia prima para la elaboración de nanoarcillas o también conocidas en el mercado como organoarcillas, por lo cual se procedió a la recolección de arcillas cálcicas, luego se modificó sus propiedades: hidrofílica y organofóbica a nivel nanométrico para hacerla compatible con otros materiales orgánicos en este caso el polietileno de baja densidad y se le dio el nombre de ESPOL-CLAY, todo esto se logró debido al uso correcto de la Sal de Alkilomonio que se eligió para asemejarla lo más posible a la nanoarcilla CLOSITE 20A. Además cada una de estas organoarcillas se mezcló con un inhibidor volátil de corrosión en diferentes porcentajes. Estas mezclas se fusionaron con una matriz polimérica dando así origen a los nanocompuestos de termoplásticos. Estos nanocompuestos se sometieron a diferentes ensayos como: ensayo de tracción, análisis termogravimétrico, espectrometría molecular y ensayo de flamabilidad, de esta manera se pudo comprobar las mejoras de las propiedades y verificar la similitud que hay entre la organoarcilla extranjera y la organoarcilla nacional.