Por décadas, las instituciones de educación superior han discutido sobre cual es el mejor modelo, que teniendo en cuenta equidad y justicia social, les permita escoger a los graduados de la educación media que deben ingresar a dichas instituciones, para que luego en sus aulas, talleres, laboratorios e interacciones conexas se conviertan en los profesionales que deberán ser en el futuro, los motores del desarrollo socioeconómico de sus correspondientes sociedades. Algunos pugnan por el libre ingreso a las aulas universitarias, otros por un cúmulo de conocimientos, otros por solo pruebas de aptitud escolásticas, también hay quienes propugnan, que basta el currículo colegial del postulante para que ingrese y también los hay quienes propugnan combinaciones de cada una de los requisitos previamente enunciados. En la superpotencia única que hoy existe en el mundo, las autoridades académicas o administrativas de sus universidades no necesitan siquiera “ver” a los postulantes a ingresar, les basta mirar el “score” que obtienen en la prueba de aptitud escolática que ellos denominan SAT y además revisa su oficina de ingreso cual fue el rendimiento académico del estudiante en el colegio y en base a esta información deciden si el postulante es admitido. Allá, igual que aquí la heterogeneidad de la educación básica y secundaria, no admite dudas. La Escuela Superior Politécnica del Litoral, ESPOL, hasta hace menos de diez años solo permitía ingresar a los bachilleres por medio de pruebas de conocimientos. El declinar de su matrícula hizo reflexionar a esta institución sobre la posibilidad de ofrecer nuevas carreras y sobre todo revisar su sistema de admisión, llegándose a implantar desde 1999, una Prueba de Aptitud que ha permitido rescatar para ella algunas decenas de bachilleres . Esta tesis es una investigación sobre la implantación de este nuevo elemento en el sistema de admisión de ESPOL. Con la subjetividad propia de la imperfección humana, pero con el rigor del Método Científico, tratamos el tema siguiendo en su vida académica, antes de ingresar a la ESPOL, durante el proceso de admisión y luego dentro de la ESPOL, a la primera cohorte de estudiantes con la que en 1999 funcionó el nuevo sistema.