El diálogo que la educación mantiene con la sociedad de hoy desde la perspectiva de la agenda mediática educativa y la interacción secuencial, visualiza los actores de las comunidades educativas dan viabilidad a las funciones formativas. La reflexión busca revelar un modo de conocer las dinámicas culturales presentes en el acto educativo para redimensionarlas mediante una perspectiva sociocomunicativa; una manera de guiar las políticas educativas hacia la recuperación del espacio perdido por las ciencias sociales en el contexto de la glocalidad. Las políticas entendidas cual proceso de articulación y disputa entre los profesores, determinan interpretar los fines de un programa y configurarlos según el contexto donde actúan. En estas arquitecturas cognoscitivas se asegura un sujeto capacitado mediante herramientas que le permitan la plenitud de su profesionalidad. Las ciencias humanas deben habilitar espacios del entorno en una secuencialidad metodológica que forme en el alumno expectativas afines a los objetivos de la clase y cree modos de establecer afinidades que facilitan los procesos de enseñanza-aprendizaje. Las dinámicas sociales, culturales, sentimentales y de experimentación identitaria pueden hacer que la instrumentalidad de Internet sea un factor de eficacia docente en lugar de una amenaza al orden y disciplina escolar.