El recién nacido quirúrgico es aquel que, en los primeros 28 días de su vida, presenta una afección que requiere de una intervención quirúrgica para su solución. Alrededor del 2% de todos los recién nacidos presenta malformaciones congénitas, las cuales pueden ser complejas, letales, o producir incapacidades, en dependencia del   diagnóstico, la evolución de la enfermedad y el tratamiento aplicado.  En pacientes en los que exista la sospecha de afecciones quirúrgicas, es imprescindible la evaluación por un equipo médico multidisciplinario que incluya neonatólogos, pediatras, cirujanos pediatras y anestesiólogos, para determinar acciones generales y exámenes dirigidos a establecer el diagnóstico y a realizar el tratamiento oportuno.  Los neonatos con afecciones quirúrgicas presentan una elevada morbimortalidad en todo el mundo. Constituyen un desafío para los profesionales que enfrentan su atención médica, por la vulnerabilidad e inmadurez fisiológica propia del recién nacido, la enfermedad o malformación congénita de base, así como por la agresión que representa una intervención quirúrgica en esta etapa de la vida.  Entre las malformaciones congénitas más frecuentes que requieren cirugía en el recién nacido están la atresia esofágica, las atresias y estenosis intestinales, las malformaciones anorrectales, las hernias diafragmáticas, entre otras. Gracias al manejo multidisciplinario, el uso de alimentación parenteral, nuevas modalidades de ventilación mecánica, la aplicación de novedosas técnicas quirúrgicas y la atención de estos pacientes en centros especializados, se ha podido mejorar en la actualidad la supervivencia de los recién nacidos intervenidos quirúrgicamente.