La creciente población y la expansión de las economías en América Central, han provocado que se sobreexploten los recursos naturales disponibles, a fin de satisfacer las necesidades básicas inmediatas. La ampliación de la frontera agrícola, talando árboles y cultivando tierras de vocación forestal, ha reducido de manera sustancial la disponibilidad de los productos forestales, causando al mismo tiempo problemas ecológicos como erosión, cambios climáticos y pérdida de la fertilidad del suelo.