Durante varias décadas la gandería del trópico de América Latina fue asociada con degradación ambiental y pérdida de la biodiversidad. La destrucción delos bosques y selvas tropicales para dar paso a las praderas de gramineas dirigidas a la cría de bovinos de forma extensiva, con baja productividad y por consiguiente, bajas demandas de mano de obra, ha sido uno de los casos más tristes de la alteración del medio ambiente por parte del hombre en la era moderna. Desafortunadamente,instituciones de investigación nacionales e internacionales de la región han contribuido con sus ofertas tecnológicas monocultiurales a acentuar este proceso, al tener una visión muy corta y local de la productividad de la tierra y de la sostenibilidad de los sistemas de producción. La influencia de los modelos de producción de zonas templadas basadas en pastos fue decisiva en el desarrollo de la ganedería tropocal en las últimas decadas del siglo XX. Los bovinos tenían que comer pasto como en las zonas templadas. El problema principal fue que salvo en contadas excepcones, no existian sistemas naturales con pastos y había que crear las "praderas artificiales".