Lo que le vamos a narrar no es extractado de un libro de historia, ha sido contado por uno de los últimos representantes de la familia Ernest, nieto. Esta familia oriunda de Gran Bretaña, llegó a Costa Rica en 1893, en pleno auge del banano y al inicio de las primeras exportaciones de café que hacía Costa Rica a Londres. Entre los muchos negocios que emprendió esta familia estuvierón un fabrica de refrescos, la producción de regletas para la elaboración de cajas para la exportación de verduras y una fabrica de productos de concreto. Pero la siembra de caña y café constituyeron sus más prósperas y permanentes actividades, en las cuales participaron tres generaciones de Ernest, desde la siembra de la comeralización del grano en Gran Bretaña. Parte de esta experiencia se resume en estas páginas.