Historically, the study of sexual behavior has been affect­ed by diffuse concepts such as foreplay and coitus; the unreliability of self reports; and Eurocentrism. Here we deal with those problems and present data on frequency of sexual positions and stopwatch measure­ments of foreplay activities from direct observation of video recordings by 604 heterosexual Latin American couples.The most frequent posi­tions were “woman on her hands and knees”; “woman on bed with man standing”, and “woman sitting on man”. The most frequent activities were fellatio; manual stimulation of the penis; and manual stimulation of the vulva. The longest mean durations of particular activities were 67 seconds for coitus, 37 s for fellatio and 34 s for petting. These frequency results differ from reports from the USA, possibly because of cultural differences but more probably because our results are based on what the couples actually do (rather on what they report, as in the American studies). Previous studies have merged a complex variety of sexual activities into a single imprecise category called “foreplay” and ours seems to be the first study to “deconstruct” foreplay into its individual components, and to use objective measurements of their duration  Históricamente, el estudio de la conducta sexual se ha visto afectado por conceptos difusos como “juego sexual” y “coito”; la falta de fiabilidad de los informes propios; y el eurocentrismo. Aquí trata­mos esos problemas y presentamos datos sobre frecuencia de las po­siciones sexuales y mediciones cronometradas del “juego previo” con base en la observación directa de grabaciones en vídeo de encuentros íntimos de parejas heterosexuales latinoamericanas. Las posiciones más frecuentes fueron “mujer sobre sus manos y rodillas”; “mujer en la cama con el hombre de pie”, y “mujer sentada sobre el hombre”. Las actividades más frecuentes fueron felación, estimulación manual del pene y estimulación manual de la vulva. Las duraciones medias más largas de actividades particulares fueron de 67 segundos para el coito, 37 s para la felación y 34 s para las caricias íntimas. Estos resultados difieren de los informados en EE.UU., posiblemente debido a diferen­cias culturales, pero más probablemente porque nuestros resultados se basan en lo que las parejas realmente hacen y no lo que informan (los estudios estadounidenses se basan en recuerdos informados por los participantes). Estudios previos han fusionado una compleja varie­dad de actividades sexuales en una sola categoría imprecisa llamada “juego previo” (foreplay) y el nuestra parece ser el primer estudio que “deconstruye” esa categoría en sus componentes individuales y que además usa mediciones objetivas de su duración.