En este artículo se hace una breve referencia a los deseos y aspiraciones de los “primeros descubridores” del Nuevo Mundo por encontrar un sitio de perfección, lugar ideal que se remonta, en las mentalidades de entonces, a la antigüedad y la época medieval. Sin embargo, y ante la imposibilidad de su encuentro, se procede a su “construcción”, en especial por parte de los misioneros de los siglos XVI y XVII, elaboración utópica en todo caso, que excluye la visión del aborigen y se convierte en una obra de imposición y adoctrinamiento de los preceptos europeos.