El usar cada vez artículos portátiles de un tamaño más práctico, se ha convertido en uno de los objetivos de la tecnología contemporánea. Al reducir el tamaño de los diferentes dispositivos ha sido posible aumentar su velocidad de respuesta, minimizar su consumo de energía, hacer más práctica su manipulación, etc. y al usuario final le ha permitido tener acceso a la información, datos, imágenes, videos, música, etc. casi en cualquier momento, y en cualquier lugar. La tendencia futura es continuar en esta dirección, por lo cual, las aplicaciones en el campo de la miniaturización son cada vez más grandes, lo que explica el gran crecimiento de áreas como la micro y nanotecnología. Evidentemente la óptica ha jugado un papel crucial en este desarrollo, por un lado en la fabricación de microcomponentes electrónicos (sistemas ópticos de reducción); por otro, su uso en interconexión, procesamiento de señales, etc. Los sistemas formadores de imagen se usan de manera cotidiana y son los sistemas ópticos clásicos que están en continuo desarrollo (materiales, morfologías, etc.). Estos también se miniaturizan para satisfacer demandas científicas y tecnológicas (registro de recuerdos personales, documentos legales, microscopía, etc.). En este trabajo, basándonos en la morfología de los ojos de los insectos y artrópodos, encontramos configuraciones que permiten aprovechar las características que han recibido de parte de la naturaleza en su óptica, ya que cuentan con una visión en relación a su tamaño. Gracias a este estudio hemos podido aplicar el modelo de ojos compuestos de aposición en el diseño óptico de un objetivo ultradelgado miniaturizado que consta de un arreglo de microlentes colocados sobre un sustrato con paredes intermedias entre canales y colocado sobre un arreglo de pinholes que envían la señal óptica a un detector, donde se procesa.