En el contexto de malformaciones congénitas múltiples el término "asociación" se aplica a un grupo de malformaciones que ocurren juntas con una frecuencia mayor a la esperada por azar, pero sin vínculo etiopatogénico conocido. Esta última característica la distingue de los "síndromes malformativos" en los cuales las malformaciones están ligadas por un defecto embriológico común, tal como ocurre en las cromosomopatías y también en las llamadas "secuencias", en las que una malformación aislada conduce a una cascada de alteraciones secundarias, tal como se presenta, por ejemplo, en la secuencia de Potter. En ese sentido las asociaciones deben ser reconocidas en su forma más estricta para poder conocer su etiología y patogenia y ubicarlas en el futuro como entidades específicas.