Esta obra es resultado de una investigación estético-política. Dicha perspectiva, que comenzó a utilizarse en la ilustración y que continuó con la escuela de Frankfurt en la síntesis Hegel-Marx-Freud, es el marco teórico que permite, a través de Walter Benjamin, entender la experiencia moderna como aquello que oscila entre sus posibilidades de enriquecimiento y las de empobrecimiento en la ciudad, el espacio-tiempo construido para su realización. La planificación y la administración de los espacios citadinos en la modernidad han dado lugar a experiencias múltiples y diversas, en conflicto o contradicción, porque los habitantes de la urbe hacen ciudad desde referentes materiales e imaginarios en un espacio compartido, la ciudad, bajo la convicción de que todos quieren un lugar bajo sus luces.