Análisis sobre la situación de Guadalajara como una metrópoli que ha estado en constante crecimiento y desenvolvimiento; en los años ochenta, la ciudad muestra cuatro décadas de una expansión acelerada pero sin objetivos claros. Se realiza una predicción sobre cómo será la ciudad al llegar al año 2000 y las consecuencias sociales que tendría esta aceleración que carece de una planeación a largo plazo. Se proponen dos enfoques desde los que deberían actuar las autoridades que toman las decisiones relacionadas con el futuro de la ciudad y algunas posturas que la figura del planificador debería adoptar para disminuir lo más posible los problemas del desarrollo urbano.ITESO, A.C.