El Distrito Federal es una entidad de excepción, pues en lo que concierne a su régimen interior cuenta con atribuciones y facultades divididas, y por tanto limitadas entre el poder federal y el local. Esto da como resultado que la capital del país no goce de total autonomía debido a que conserva resabios centralistas que limitan su gestión. Ante esta dualidad en su naturaleza, surgen, entre otras, las siguientes interrogantes: ¿Qué espacios de acción y restricciones se le imponen al Distrito Federal en comparación con otras entidades? ¿Son suficientes las facultades concedidas al Distrito Federal para hacer frente a las responsabilidades y demandas ciudadanas de una capital de aproximadamente 9 millones de habitantes? ¿En qué medida impactan dichas facultades y limitantes la capacidad de gestión y de gobierno del Distrito Federal? En definitiva, ¿obedece el marco constitucional del Distrito Federal a sus necesidades locales? La presente investigación tiene como objetivo dar respuesta, entre otras, a estas preguntas mediante un análisis constitucional del régimen jurídico del Distrito Federal y el impacto que su grado de descentralización tiene en la gestión local.