En las últimas décadas, la participación política y la expresión ciudadana han experimentado importantes cambios al incorporar nuevos espacios de incidencia. En este contexto, las redes sociales han mostrado su potencial para modificar los patrones de activismo político clásico al ofrecer ciertas ventajas y generar cambios importantes no solo a nivel institucional sino también cultural y social. En particular, el uso de plataformas digitales ha servido de vehículo para que grupos minoritarios en la sociedad adquieran relevancia y visibilidad, combatiendo los discursos dominantes en torno a la representación de sus necesidades, lo que se ha visto con bastante fuerza en el activismo feminista. En este contexto, es relevante preguntarnos sobre las formas en las que ciertos problemas pasan a ser prioritarios y, en consecuencia, transformados en políticas públicas, tal como lo ha hecho la literatura de Agenda Setting durante décadas. Desde un enfoque constructivista, e incorporando la dimensión del discurso en la formación de agenda, este estudio indaga sobre el alcance del activismo feminista en Twitter frente a la formación y cambio de agenda de políticas de género en el gobierno federal mexicano durante los últimos cuatro años. En particular, se observaron 4596 posts en Twitter entre los años 2018-2021 emitidos por activistas feministas en México, los cuales se compararon con documentos gubernamentales en el mismo período, y se complementaron con entrevistas en profundidad con activistas y funcionarias ligadas a la temática. Los resultados sugieren que el discurso feminista en redes sociales tiene la capacidad de influir en el plano discursivo de la agenda de políticas de género, en tanto permite desafiar encuadres y discursos tradicionales sobre la realidad de las mujeres, proponer temas, impulsar el debate público y brindar herramientas a los tomadores de decisión. No obstante, aún continúan siendo preponderantes e indispensables las estrategias tradicionales de incidencia política a la hora de lograr cambios sustantivos en la agenda de políticas; esto es, convertir temas en políticas públicas con recursos asignados. Estos hallazgos sugieren la importancia de considerar nuevas formas de participación política para el avance de las agendas, además de considerar a la agenda de políticas también en su faceta simbólica y discursiva, siendo esta un piso necesario, aunque no suficiente, para su avance y consolidación en el tiempo.In recent decades, political participation and citizen expression have undergone important changes by incorporating new spaces for advocacy. In this context, social media have shown their potential to modify the patterns of classic political activism by offering certain advantages and generating important changes not only at the institutional level, but also at the cultural and social ones. In particular, the use of digital platforms has served as a vehicle for minority groups in society to gain relevance and visibility and to contend dominant discourses around the representation of their needs, which has been observed quite strongly in feminist activism. For that reason, it is relevant to ask about the ways in which certain problems become priorities and are consequently transformed into public policies, as the Agenda Setting literature has been enquiring for decades. From a constructivist approach, and incorporating the dimension of discourse in agenda setting, this study examines the scope of feminist activism on Twitter in relation to the formation and change of the gender policy agenda in the Mexican federal government during the last four years. Particularly, 4596 Twitter posts between the years 2018-2021 published by feminist activists in Mexico were observed and compared with government documents of the same period, and this research was complemented with in-depth interviews with activists and public officials linked to the issue. The results suggest that feminist discourse in social networks has the capacity to influence the discursive level of the gender policy agenda, as it allows challenging traditional frames and discourses on the reality of women, thus proposing topics and public debate, and providing tools to decision-makers. However, traditional advocacy strategies continue to be predominant and indispensable for achieving substantive changes in the policy agenda, i.e., turning issues into public policies with allocated resources. These findings suggest the importance of considering new forms of political participation for the advancement of agendas, in addition to considering the policy agenda also in its symbolic and discursive facet, which is a necessary basis, although not sufficient, for its advancement and consolidation over time.