La presente investigación explora la convergencia de tres elementos que por sí mismos tienen su propia tradición historiográfica: los libros, la Compañía de Jesús y las instituciones borbónicas iniciales. La expulsión de los jesuitas de todos los territorios de Carlos III ejecutada entre abril de 1767 y enero de 1768 es un proceso político social de alcances universales, que se enmarca en el despotismo ilustrado; la superposición del poder Real a la Iglesia Romana supuso una serie de cambios en las relaciones diplomáticas de las Monarquías y el Papado, que terminaron por reorganizar las formas de administración de justicia, la subordinación de poderes, la organización económica, nuevas e inestables alianzas políticas y un cambio de conciencia que a la larga incentivaría el espíritu ilustrado.