Conservar la noción de clase al interior de las estructuras comunales fue de utilidad para comprender las rivalidades de status que, siendo honorificas en esencia, devienen de una base clasista. Igualmente el grupo étnico, en vez de ser una expresión de la lucha de clases en la región de la Meseta Tarasca, fue percibido como un grupo de status del indio tarasco. La sociedad indígena apareció entonces como un entrelazamiento del orden clasista y el orden de status, donde la estructura corporada de la comunidad agraria limita toda expresión clasista, pero no lo elimina. Al hacerlo, obligadamente a la institución (status comunal) o a la del grupo étnico (status étnico). Su propio comportamiento político queda sujeto a patrones de cambio cíclico que pueden ser abstraídos como modelos corporados, como sugiero al final de la tesis, con una declarada convicción neoestructural.