Está investigación nace de la necesidad de la construcción de espacios culturales para el entendimiento de los eventos prehispánicos que pudieron manifestarse en el suroeste de Guanajuato, específicamente en la vertiente del Río Turbio. La posición geográfica del este río, al encontrarse entre los límites del Bajío Guanajuatense, Los Altos de Jalisco y las Sierras y Bajíos Michoacanos, lo hizo partícipe en las culturas que lo rodearon, otorgándole un carácter tanto de frontera como de zona de confluencia. En este espacio se expresan entonces, una serie de rasgos que hacen pensar en un espacio marcado por cierta tensión, y manifiesto en una serie de asentamientos a lo largo de la vertiente del Turbio con claras connotaciones de resguardo. La cronología propuesta para los sitios a partir del material cerámico es el Epiclásico, periodo que tradicionalmente se ha visto como marcado por movimientos demográficos. Lo abrupto de los terrenos en donde se asentaron estos grupos, la construcción de murallas en algunos casos, y la restricción de accesos, evidencian el carácter fronterizo de la zona, y en donde además encontraban eco las tradiciones que estaban en el entorno como la Tradición Bajío y Altos de Jalisco.