En los últimos cinco años, la dinámica migratoria internacional empezó a dibujar lo que parece ser el principio de una nueva fase migratoria, en la medida en que los cambios económicos y de política migratoria estadounidense, acentuados con la crisis económica de 2008, están participando en la configuración de posibles nuevos escenarios en la organización social de la migración internacional de los mexicanos. Investigaciones recientes advierten que los procesos migratorios entre ambos países han experimentado profundas transformaciones entre las que se destacan, la desaceleración en la cantidad de mexicanos que llegan a EUA, el incremento en las deportaciones, la disminución de aprehensiones en la frontera, la desaceleración de las remesas y la reducción del ingreso en los hogares migrantes.