En los últimos 20 años, han nacido y desaparecido una importante cantidad de software relacionado con las Bibliotecas, por un lado, y con la gestión de documentos digitales, por el otro. Algunos de ellos han perdurado, tanto dentro del paradigma del software privativo como en el Software Libre (SL). Sin embargo, hasta el momento no existía un sistema que combinara ambas funcionalidades. Esta separación no ha sido casual sino perfectamente adecuada. En efecto, los comúnmente conocidos como Sistemas bibliotecarios (SB) no han tenido sino un lugar muy específico, circunscripto a la gestión de acervos físicos: libros, revistas, diarios, mapas y algunos objetos más, pero siempre en el dominio de lo concreto, siempre pensando el objeto cultural como físico, único y -sobre todo- prestable. Estos supuestos, sobre los que el diseño de todos los SB descansó, estallan con la introducción del formato digital.Sociedad Argentina de Informática e Investigación Operativa