La presencia del bacilo de Koch en la leche, como lo hemos dejado demostrado en nuestro trabajo titulado: Vitalidad del bacilo de la. tuberculosis en la leche pasteurizada, nos ha inducido a realizar como una contribución útil a dicho trabajo y a la higiene pública, investigaciones de la misma índole en la manteca de consumo. Era lógico pensar que si la leche, aun después de pasteurizada en las condiciones que se hacía cuando realizamos el trabajo referido, contenía bacilos de Koch, vivos y dotados de toda su virulencia, la manteca debía a priori, contenerlos también en un porcentaje igual o mayor, puesto que ella resulta preparada con leche bacilífera, que en la mayoría de los casos, no han sido sometidas a ningún procedimiento de higienización. La manteca no constituye, como la leche, un medio tan propicio a la multiplicación y desarrollo de los bacterios, pero es en cambio, un medio excelente de conservación.Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales