Tengo presente las conteras que proveen de cal á la capital de Alemania. Durante muchos años este material indispensable llegaba á Berlín desde largas distancias, hasta que se descubrió en medio de la planicie diluviana de Ruedersdorf el yacimiento de Muschelkalk. En corto tiempo desarrollóse allí una importante industria, (pie hoy ocupa mas de mil obreros; las canteras están servidas por ferro carriles y canales con buques de vapor, y continuas explosiones de dinamita anuncian diariamente al berlinés los grandes desplomes. Si en Alemania hay algunas industrias pequeñas como las de la arcilla refractaria de Rheinheim, de las areniscas del Spessart, de los Vosgos, etc., que dan buen provecho, éste lo deben á la gran población del país y á la facilidad de los transportes. Y todo esto lo digo después de una corta excursión geológica á la Sierra de Olavarria y Sierra de la Tinta, preliminar de investigaciones mas importantes que me ha confiado la dirección del Museo de La Plata, á cuyo personal pertenezco. En estas sierras no se conocen aun metales, ni tienen fama antigua desde los tiempos de la dominación indígena; y, ni los esfuerzos industriales, ni las investigaciones científicas que son todavía muy escasas, han descubierto aun metales. Caso extraño, porque pocas sierras cristalinas carecen de algunos de ellos; sabemos cuánta riqueza encierran los yacimientos de estaño en las sierras de igual constitución de Escandinavia y de Inglaterra, lo mismo que los ricos minerales de hierro de las montañas de la Alemania Central. Y en esta república las sierras cristalinas de San Luis y de Córdoba tienen filones metalíferos, todo lo que hace presumir que no será difícil que se encuentren también en las de igual constitución de la provincia de Buenos Aires.Facultad de Ciencias Naturales y Museo