This article presents the results of the application of an out-patient cognitive-behavioral treatment program in Mexico City with a sample of 177 subjects with alcohol related problems. The treatment program is characterized as a motivational intervention that uses self-control procedures, a functional analysis of drinking behavior, and the identification of risk situations for excessive drinking as a bases to promote a change in the individual's addictive behavior. The outcome results show that the subject's pattern of excessive drinking changes to a pattern of moderate drinking as a result of their participation in the treatment program, and that this change is maintained at follow-up at 6 and 12 months after treatment. This change was accompanied by a reduction of their alcohol related problems as well as a increase in their situational confidence in controlling excessive drinking episodes. The implications of these results in the development of public health policies that favor the promotion of early and brief interventions with this populations is examined as well as the need to subject such actions to systematic evaluation of their effectiveness and efficacy.En este trabajo se presentan los resultados de la aplicación de una intervención breve de corte cognoscitivo conductual aplicado en la Ciudad de México, a una muestra de 177 individuos con problemas de abuso en el consumo de alcohol. El programa terapéutico se caracteriza por ser una intervención  motivacional que emplea procedimientos de autocontrol, análisis funcional de la conducta de beber, y la identificación de situaciones individuales de riesgo, para promover un cambio en la conducta de consumo excesivo del individuo. Los resultados encontrados muestran que el consumo excesivo de alcohol de los sujetos expuestos al tratamiento se modificó hacia un patrón de consumo moderado, el cual se observa que se mantuvo en el seguimiento realizado a los 6 y 12 meses de haber terminado el tratamiento. Este cambio se vio acompañado de una reducción de problemas asociados al consumo de alcohol y un incremento en  la confianza situacional para controlar episodios de consumo excesivo. Se discuten las implicaciones de estos resultados en el desarrollo de políticas de salud pública que propicien esquemas de intervención breve y temprana con esta población, y que estas acciones se vean sujetas a un proceso de evaluación empírica que constate su efectividad y costo-beneficio.