La ruptura de las paredes del corazón como complicación mortal de infarto del miocardio ha sido descrita desde 1925 por krumbha y colaboradores. A partir de esta fecha los inumerables casos reportados han sido resultado de autopsia hasta que Monttegut en julio de 1972 reporta un caso de ruptura de la pared ventricular izquierda que sobrevivió a la corrección quirúrgica.