La construcción dialéctica de una criminología crítica para las fronteras Latino-Americanas

Abstract

Las regiones fronterizas tienen una realidad particular enmarcada por la violencia y los altos índices de criminalidad, con la presencia masiva de policías y entidades militares que buscan la represión como control social. Ante el avance de las organizaciones trasnacionales, no es más posible pensar en la aplicación de teorías que no lleven en cuenta la especificidad latinoamericana. En cuanto a su tradición criminológica, se menciona que las políticas internas nacionales se elaboran sobre la base del conocimiento producido en los países centrales. La imitación de políticas centrales, con frecuencia descontextualizadas y con metodologías disonantes, las destinan al fracaso. Así, se puntúa que tal tema se debe analizar desde la perspectiva de la dependencia histórica, edificada con base en el método dialéctico, considerando el proceso de dominación cultural y la necesidad de insurgencia de la lucha de clases en contra del colonialismo. En este sentido, Máximo Sozzo trabaja la traducción de los modelos centrales, la importación cultural y la historia del presente, con el fin de recobrar la ruptura criminológica de las importaciones criminológicas con la descolonización ideológica de criminología. Acerca de “fronteras”, el concepto tradicional abarca dos significados: frontera-frontier, como front de batalla, en que se utiliza la militarización como componente de represión, y frontera-borderland, como lugar de encuentro y negociación. Por lo tanto, se percibe que métodos europeos de represión en fronteras no se ajustan a la realidad latinoamericana por aplicar, en su origen, el doble significado de fronteras. Ya en las fronteras latinoamericanas, se considera apenas el contexto “frontier”, fronteras como espacio facilitador de la criminalidad trasnacional; por eso, la inadecuación del control criminológico trasfronterizo actual y la necesidad del desarrollo de un método dialéctico propio.

Border regions have a particular reality framed by violence and high crime rates, with the massive presence of police and military entities that seek repression as social control. With the advance of transnational organizations, it is no longer possible to think about the application of theories that do not consider the specificities of Latin America. As for its criminological tradition, national domestic policies are elaborated on the basis of knowledge produced in central countries. The imitation of central policies, often decontextualized and with dissonant methodologies, destine them to failure. Thus, this issue must be analyzed from the perspective of historical dependence, built on the dialectical method, considering the process of cultural domination and the need for insurgency of the class struggle against colonialism. To this end, Maximo Sozzo works to translate the central models, cultural importation, and the history of the present, to recover the criminological break of criminological imports with the ideological decolonization of criminology. Regarding “borders,” the traditional concept includes two meanings: border – frontier, as a battle front, in which militarization is used as a component of repression, and border-borderland, as a place of meeting and negotiation. Thus, once notes that European methods of border repression do not reflect the Latin American reality, as in its origin it applies the double meaning of the term border. Already in Latin American borders, the frontier context is barely considered, borders as a space to facilitate transnational criminality. Thus, current cross-border criminal control is inadequate, and it is necessary to develop a Latin American dialectical method.