Este ensayo analiza la relación teórica entre la idea de poesía que elabora Gustavo Adolfo Bécquer en sus Cartas literarias a una mujer, y la propuesta de Emmanuel Kant acerca de lo sublime según se elabora en la «Analítica de lo sublime» de su Crítica del juicio. Las Cartas de Bécquer, originalmente publicadas en la sección de Variedades de un periódico español, proponen la expresión de un habla íntima y femenina en el espacio público del periódico, lo cual torna el habla poética en un acto obsceno que equipara esta sección del periódico con el boudoir. Esta obscenidad consiste en la apropiación por parte del poeta de la voz femenina y su asunción de la “poquedad de las palabras” como modo del decir poético. La mujer, en esta poética, opera como la musa que otorga su voz al poeta, cuya empresa será decirla a ella (la mujer y la poesía). La Musa no es simple inspiración, sino la autoridad equívoca que, a su vez, amenaza la expresión del poeta al transformarse de Musa en Medusa, la figura freudiana castrante por excelencia. En el proceso de fundir y confundir la Musa con la Medusa, la poética becqueriana genera modos alternos de significación que eluden el carácter racional del lenguaje para acomodar lo inefable o inexpresable: por un lado, la «erotolalia», o lenguaje del deseo, que destruye el orden analítico de la expresión, y, por otro lado, el «deíctico» como modo que deliberadamente elude el acto ilocutorio como acto lingüístico.