dc.creatorLucini, Cecilia Laura
dc.date.accessioned2022-11-18T20:43:48Z
dc.date.accessioned2023-03-28T12:53:30Z
dc.date.available2022-11-18T20:43:48Z
dc.date.available2023-03-28T12:53:30Z
dc.date.created2022-11-18T20:43:48Z
dc.date.issued2021-12-15
dc.identifierhttp://ri.unlu.edu.ar/xmlui/handle/rediunlu/1524
dc.identifier.urihttps://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/6285234
dc.description.abstractEl aumento de la obesidad y el sobrepeso en la población infantil a nivel mundial, caracterizada como epidemia del siglo XXI (FAO y OMS, 1992, 2014; FAO, 2020a), llevó a que los organismos internacionales -tales como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)- formularán prescripciones en torno a las prácticas alimentarias y estrategias educativas a desarrollar en el ámbito escolar (FAO, 2020b). En este marco, la educación alimentaria ocupó un lugar destacado en las acciones implementadas en la escuela, que buscaron ir más allá de los contenidos impartidos en el aula e incorporaron los entornos escolares. En Argentina en particular, tanto el aumento del sobrepeso y la obesidad infantil como de los factores de riesgo asociados a las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) constituyen uno de los principales problemas de salud pública. En nuestro país, el primer relevamiento lo constituye la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) realizada en el año 2005. Dicho estudio arrojó como resultados que un 34,5% de la población tenía sobrepeso y un 14,6% obesidad; es decir, el 49,1% de la población argentina presentaba exceso de peso. En 2009, según los datos de la 2° ENFR, la prevalencia aumentó al 35,5% para sobrepeso y al 18% para obesidad; esto significa que más de la mitad de la población (53,4%) tenía exceso de peso en algún grado. La 3° ENFR, en 2013, continuó mostrando la misma tendencia (MS, 2016). Teniendo en cuenta que la alimentación y la nutrición son procesos influenciados por aspectos biológicos, ambientales y socioculturales y que durante la infancia contribuyen a un óptimo desarrollo y crecimiento, es necesario que los/as niños/as adquieran durante esta etapa hábitos alimentarios saludables. Según la OMS (2019), el cerebro ocupa un papel muy importante, siendo éste la máquina que nos hace trabajar, esforzarnos, etc. Es por ello que, una dieta saludable y balanceada es fundamental para el buen desarrollo y funcionamiento del cerebro que, de lo contrario, se vería afectado terminando en graves enfermedades.
dc.languagees
dc.publisherUniversidad Nacional de Luján
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess
dc.rightshttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/
dc.subjectEducación física
dc.subjectAlimentación sana
dc.subjectEducación primaria
dc.subjectPoblación infantil
dc.subjectObesidad infantil
dc.titleLa educación alimentaria como componente de la educación corporal en la escuela primaria
dc.typeThesis
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/bachelorThesis
dc.typeinfo:ar-repo/semantics/tesis de grado
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/acceptedVersion


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