Teniendo como fondo la invitación a ocuparnos hoy de una «Clínica del vacío», necesaria en función de los efectos que sobre el sujeto postmoderno tiene el discurso de la ciencia, el presente trabajo nos sitúa en uno de los terrenos más difíciles de transitar en el campo clínico, a saber, el de la depresión. Desde Freud hasta Lacan y con la ayuda de otros  autores, nos muestra un recorrido que más que un aporte teórico a la cuestión, constituye una herramienta necesaria para quienes hoy no podemos dejar de escuchar y observar los alcances de dicho discurso en el devenir humano. Aquí, el afecto depresivo no es ya el resultado de una experiencia de vacío que se particulariza en una queja cada vez más frecuente, sino, según se devela, de una falla al nivel del deseo que implica, por tanto, interrogar sus coordenadas, y por esta vía, tocar las desgracias del ser.