Trabajo de grado - Pregrado
Comportamiento de la jurisdicción constitucional Colombiana frente a la ocupacion del espacio público por vendedores informales
Fecha
2011-05-05Registro en:
Instname:Unidad Central del Valle del Cauca
Repositorio Institucional Unidad Central del Valle del Cauca
Autor
Torres Hurtado, Mario
Restrepo, Oscar Eduardo
Institución
Resumen
El espacio público se define como el “conjunto de inmuebles públicos y los
elementos arquitectónicos y naturales de los inmuebles privados, destinados por
su naturaleza, por su uso o afectación a la satisfacción de necesidades urbanas
colectivas que trascienden, por tanto, los límites de los intereses individuales de
los habitantes1
.
A partir de esta definición es fácil comprender que el espacio público es un
concepto que involucra mucho más que las simples consideraciones
arquitectónicas, y que, por el contrario, en su tratamiento se deben tener en
cuenta más los aspectos sociales, culturales y políticos que se derivan de su
construcción, y posterior uso y aprovechamiento.
Es un bien colectivo, lo que significa que pertenece a todos, su cantidad, buen
estado, así como el adecuado uso y aprovechamiento que se le dé, reflejan la
capacidad que tienen las personas que habitan en las ciudades de vivir
colectivamente y progresar como comunidad, sin caer en visiones individualistas y
oportunistas. Allí, las personas, especialmente las más pobres y vulnerables,
encuentran un lugar para recrearse, conversar con sus vecinos, ejercer sus
derechos y deberes democráticos, encontrándose como iguales, independiente de
su condición social, raza o religión. Por ser un lugar donde las personas ejercen
de forma plena su ciudadanía, el espacio público genera apropiación y sentido de
pertenencia, los cuales son vitales en la cultura de una comunidad.
A pesar de su importancia, el acelerado crecimiento de las ciudades durante el
siglo pasado ha conducido a la insuficiente generación de espacio público,
especialmente en las zonas más deprimidas. Los recurrentes procesos de
invasión y desarrollo ilegal de barrios, promovidos por urbanizadores piratas,
sumados a la invasión de las pocas áreas públicas de las zonas centrales,
principalmente por parte de vehículos particulares, vendedores ambulantes y
estacionarios y cerramientos de parques, son problemas que afectan, en mayor o
menor medida, a todas las áreas urbanas colombianas.
Si se quieren adoptar correctivos a las fallas y problemas que han caracterizado el
acelerado crecimiento de las ciudades, es muy importante revalorar la importancia
de este, no como un elemento accesorio, complementario y mucho menos como
un lujo, sino como un elemento clave del progreso y desarrollo de las ciudades
colombianas del Siglo XXI.