Como es conocido, la producción de fluidos depende de la capacidad productiva del reservorio (Kh), su presión y el posible daño a la formación que restringe el flujo de fluidos al pozo. Estos parámetros se determinan comúnmente a través de análisis de pruebas de presión, dando el sustento para efectuar una selección adecuada de pozos que requieren estimulación, recompletación y reestimulación. Tradicionalmente estas pruebas son llevadas a cabo usando registradores de presión de fondo, con su correspondiente complejidad, logística y alto costo, siéndolo aún más en el caso de los pozos con bombeo mecánico donde es necesario previamente recuperar la instalación de los equipos de subsuelo. Sin embargo, dada la necesidad de optimizar la producción y de reducir los costos operativos, se ha encontrado que para este tipo de pozos es más favorable el uso del sistema acústico automatizado (que emplea el sondeador de pozos para localizar el nivel del líquido) con el objeto de calcular la presión de fondo a partir de datos tomados en superficie, para luego realizar el análisis completo de las propiedades de la formación (permeabilidad, daño y presión del reservorio), logrando una mayor economía.Tesis