La anemia del embarazo es la disminución durante la etapa gestacional, de las cifras de hemoglobina por debajo de 11gldl, en mujeres que viven a nivel del mar. La causa más frecuente de esta anemia es el déficit de nutrientes indispensables para la hematopoyesis, principalmente el hierro y el ácido fólico, que pueden estar disminuidos en forma aislada o combinada. Esta disminución es ocasionada por una mayor demanda de nutrientes para compensar las necesidades del feto y de los tejidos maternos en crecimiento durante el embarazo. La deficiencia nutricional de vitaminas B12 no suele encontrarse durante el embarazo, a no ser que coexistan trastornos inmunológicos o de la absorción intestinal. La terapia más recomendable es la administración oral de sales ferrosas, en el caso de deficiencia de hierro (60 mg diarios de hierro elemental) y de 2,5 mg de ácido fólico interdiarios o diarios si existe deficiencia de esta vitamina.