La libertad de circulación de trabajadores dentro del modelo comunitario, estuvo marcada en sus comienzos por la consecución de un objetivo económico, tendente a consolidar un mercado de trabajo sólido y a evitar el “dumping social” . Se inicia el artículo con el desarrollo del concepto que de este derecho se ha realizado tanto legislativa como judicialmente dentro de la Unión Europea. Se esbozan posteriormente las garantías sustanciales y procedimentales que lo sustentan, para finalizar con los únicos límites que materialmente perviven como excepciones del mismo, resaltando que con el establecimiento del concepto de ciudadanía europea, se ha dado un paso decisivo en la eliminación de los obstáculos que dificultaban el reconocimiento de derechos sociales fundamentales (entre éstos el mencionado) y el establecimiento de políticas sociales comunitarias.