Se llevó a cabo el análisis avanzado de datos de gravedad y magnetismo provenientes de modelos combinados disponibles para la región que comprende al conjunto de provincias que integran el Escudo de Guayana en 3 etapas principales: procesamiento de datos, interpretación integrada de los resultados y modelado geológico/estructural. La zona en estudio consiste en un área continental o subcontinental de rocas cristalinas precámbricas. Este Escudo forma parte del Cratón Amazónico, y está compuesto principalmente por granitos y gneises que representan a continentes primitivos, y cinturones de rocas verdes que representan a océanos primitivos. Los datos geofísicos utilizados provienen de los modelos de escala mundial EIGEN-6c4 y EMAG-2, los cuales fueron procesados a anomalías de Bouguer y anomalías magnéticas y validados para Venezuela en estudios preexistentes. La provincia de Imataca (granulitas, gneises graníticos y anfibolitas de 3,7 a 2,6 Ga) evidencia la tectónica de placas que modeló los antiguos continentes a partir de la amalgama de micro-continentes bajo regímenes de altos gradientes termales corticales y mantelares que facilitaron procesos intrusivos de gran escala a partir del rápido reciclaje de corteza y exhumación magmática durante el Arqueano (3,8 - 2,5 Ga). Una litosfera más delgada y boyante, con sistemas de subducción de menor pendiente, son características de esta etapa. Los cinturones de rocas verdes, que componen a la provincia de Pastora (ultramáficas, basálticas, andesíticas y turbiditas; granitos sódicos TTG de 2,3 a 2,0 Ga), abarcan la mayoría de composición cortical intermedia por debajo de los sistemas CARACTERIZACIÓN DEL ESCUDO DE GUAYANA A PARTIR DE DATOS DE GRAVEDAD Linares et al., 2021 vii intrusivos y volcánicos como Supamo, Cuchivero y Caicara (ígneas félsicas graníticas y riolíticas de 1,95 a 1,75 Ga), y del supergrupo meta-sedimentario de Roraima (sedimentos melasoides (1,8 a 1,4 Ga). Estos cinturones constituían la corteza oceánica que separaba a Imataca de los cinturones de alto grado que se formaban en el sur (relativo a la posición actual). Las intrusiones a gran escala, como los granitos de Supamo y de Cuchivero, ocurrieron posterior a la inversión del sistema tectónico extensivo hacia uno con subducción, cuando los cinturones más antiguos se acercaban. Por la rápida tectónica de placas, estos márgenes migraban cambiando la ubicación de los sistemas de ascenso magmático y de los puntos calientes, en un entorno de subducción migrante hacia el oeste. Hacia el Estado Amazonas, el modelo evolutivo indica que la intrusión de grandes cuerpos ocurre mediante la inversión de la vergencia de subducción, permitiendo intrusiones a ambos flancos del sistema, donde losas abortadas continuaban fundiéndose, permitiendo, por ejemplo, la formación de la asociación Avanavero. Rocas como el granito de Parguaza y otras equivalentes en tiempo, constituyen la losa abortada posterior a la inversión y orogénesis. No obstante, la colisión y el cabalgamiento ya había iniciado hacia el oeste, en un régimen tectónico de colisión oblicua debido a fallas transcurrentes que atraviesan los sistemas y a la rotación que sufre el conjunto Imataca-Pastora-Cuchivero previa a la colisión con los cinturones de alto grado como Kanukú y Uraricoera. El conjunto cortical Pastora-Cuchivero estaba a su vez integrado por sistemas de arco y rift que dominaban la tectónica local hacia el este del margen. Otros cinturones como Mitú-San Carlos e intrusivos como Río Negro u otros sin diferenciar, constituyen la etapa de intrusiones a gran escala posterior a la inversión de la losa de subducción hacia el oste del margen