Los conocimientos en torno al suicidio están imbuidos en la psiquiatría y psicología tradicional desde una mirada individualizante del problema que pareciera hacerlo un tema tabú, y en Venezuela son pocos los estudios y políticas públicas al respecto. La presente investigación tuvo como propósito comprender la vivencia de intento suicida en 9 jóvenes venezolanos considerándola desde la complejidad y haciendo énfasis en su mundo relacional, significativo, existencial y espiritual. La metodología usada parte de la fenomenología, y fue desarrollada en cuatro etapas: Previa, Descriptiva, Estructural, y Exponencial. Se empleó para ello entrevistas a profundidad basadas en un guión semiestructurado, aplicadas en 4 mujeres y 5 hombres que habían intentado suicidarse entre los 15 y 25 años de edad. Se encontró que la vivencia cercana al suicidio aparece como un fenómeno que se va construyendo desde diferentes dimensiones de la vida y de manera progresiva. Se vio la presencia de elementos compartidos en la vida previa al intento como: sufrimiento; tendencia a vivir las emociones de formas intensas y dificultades para expresarlas; pensamientos tormentosos y recurrentes; sensación de soledad; existencia “vacía” y la búsqueda por establecer conexiones con algo más grande que el sí mismo. Las relaciones con los pares eran de tipo superficial y los ambientes familiares se caracterizaban por la violencia o sobreprotección. Las concepciones de vida, muerte y suicidio parecían entrelazarse y conjugaban un escenario donde el suicidio era una opción. Por su parte, los cambios producto del intento y el período posterior se dieron en: la concepción de sí mismo; en la forma de enfrentar los problemas; la flexibilización del pensamiento; el manejo de las emociones; la forma de relacionarse; la generación de nuevas expectativas y la fe en un futuro mejor; la incorporación del disfrute en la vida cotidiana; entre otros. En la actualidad el suicidio ha dejado de ser una opción para estos jóvenes.Tesis P-13 - 2013