"Para los sectores intelectuales, políticos, universitarios, para estos grupos minoritarios y selectos, democracia es libertad ideológica, respeto al debate, tribuna para la controversia, oportunidad y seguridad para hablar en el parlamento, en la plaza pública, en la cátedra, en el periódico, en fin, es el debate que muchos califican de bizantino, de ejercicio retórico pero que es útil e indispensable pues liquida el tono pragmático que ha ido adquiriendo el ejercicio político cada día más huérfano de tesis y más rico en componendas, acuerdos municipales y mutuo perdón de picardías. El debate ideológico, la libertad de opinión, el derecho de crítica, el ejercicio de la censura, constituyen una parte esencial del funcionamiento democrático".