El español como en otras lenguas en que un sujeto superficial no es obligatorio, el hablante al referirse a sí mismo tiene dos opciones: el pronombre personal o nada, es decir, cero. En este trabajo me propongo explorar por qué y en qué medida, en un contexto determinado, una de las dos opciones la preferida (...) En este estudio trataré de subtanciar los siguientes puntos: 1) el uso de los pronombres sujeto de primera persona no es 'opcional', sino debido a la interacción de un conjunto particular de factores lingüísticos y sociales; ii) los factores lingüísticos pesan más que los sociales; iii) un enfoque estadístico puede proporcionar una respuesta adecuada a la pregunta arriba formulada, en términos de probabilidades de aparición de un pronombre personal sujeto o de cero-pronombre en presencia de una serie de factores.