| dc.description.abstract | En una sociedad cada vez más mediada por las tecnologías, la imagen fotográfica y los
diversos medios de representación visual se han transformado en un nuevo alfabeto, en el
cual yace un universo de mensajes y significados sociales y culturales. Estos mensajes y
sentidos, según Nicholas Mirzoeff (1999), son consumidos (por cada sujeto) en una interfaz
con la tecnología visual. Sin embargo, estar mediatizados por la tecnología no
necesariamente nos conduce a la capacidad de adquirir una mirada crítica, o incluso, una
conducta de procesar lo que vemos.
A través de esta noción interesante y desafiante, la monografía intenta aportar a la figura del
educador social y su rol como facilitador o forjador de experiencias significativas con otros
sujetos, en particular, adolescentes. Se trata pues, de pensar el rol del educador social en
relación con distintas áreas de conocimiento, dentro de las cuales pueden destacarse la
Antropología, la Historia, la Arquitectura, el Psicoanálisis, la Semiótica, la Psicología
Cultural, los Estudios Culturales de Cine, de Género, los Estudios de Cultura Visual,
etcétera. Especialmente, este trabajo parte de los Estudios de Cultura Visual (que engloba
diversas disciplinas) con el fin de explorar y aquilatar, mediante lo visual, la dimensión social
y cultural de la mirada. En tal sentido, es un aspecto elemental de la Educación Social
ofrecer las posibilidades de nuevas lecturas del mundo visual que rodea al sujeto.
En relación a estos primeros planteos, resulta conveniente reflexionar sobre la idea de
narrar(se), teniendo en cuenta que, como aseguran los autores Bárcena y Mélich (2000),
nacemos en un mundo que nos es narrado, y cómo tal, las imágenes también son parte de
esas narraciones que nos atraviesan, nos construyen y producimos a la vez | |
