dc.description.abstract | La forma y calidad de llevar a cabo las actividades propias de una sociedad, junto al
desarrollo de esta, progresan generalmente a la misma velocidad con que lo hace la población.
La optimización se transforma entonces, en una obligación al convertirse los recursos en un
bien limitado, por lo que el impulso que la investigación y las mejoras toman ante la
adversidad, es abismante ante el alivio que ampara la abundancia.
El agua, no se aleja de esta tendencia, marcando profundos cambios en su uso y
distribución durante el transcurso de la historia. Desde su simple recolección superficial hasta
los complejos sistemas de captación y distribución actuales, esta ha sido materia de profunda
investigación y motivo del desarrollo de nuevos materiales y artefactos constantemente.
No obstante, la distribución de agua no es ajena a dificultades. La vulnerabilidad de los
sistemas que componen esta tarea depende básicamente de cuatro factores: de la ubicación, de
la calidad del diseño de ingeniería; la calidad de la construcción (incluyendo la tecnología:
equipos y materiales utilizados); y de la calidad de la operación y el mantenimiento de las
obras (CEPAL, 2005). A pesar de lo anterior, cada uno de estos principios a su vez presentan
elementos propios que especifican y acercan a sus particularidades cada dificultad en el
proceso de distribución.
Parte de los problemas asociados a la prestación de este servicio son las pérdidas que
se generan en distintos niveles y por diferentes factores de incidencia en el proceso mismo de
distribución del recurso. Estos problemas generan que el volumen de agua producida no sea el
mismo volumen del agua facturada a los clientes, en donde el agua facturada corresponde al
agua contabilizada y cobrada y, por otra parte, tenemos el agua no contabilizada que es
generada por tres grandes causas: Consumos Operacionales, Pérdidas en la red y Agua
consumida y no medida (IWA, 2012).
De lo anterior, entendemos que los consumos operacionales son los volúmenes
consumidos que deben realizarse necesariamente para que un sistema de producción y
distribución se lleve a cabo (reparaciones, limpiezas de redes y estanques, verificación de
grifos, etc.). Las pérdidas en el sistema son las fugas en las conducciones, válvulas, etc.
Además, se encuentra el consumo no autorizado, que engloba al agua consumida en arranques
clandestinos, errores en la medición (macro y micromedición), etc. | |