| dc.description.abstract | Muerte, resistencia, traición y panoptismo en Santa María de las flores negras es el postulado que resume el contenido de este trabajo, cuyo objetivo principal es precisar la postura adoptada por el autor para asumir y enfrentar el espectáculo de la muerte y, en consecuencia, escarbar en la conciencia del “pueblo latinoamericano”. Lo que significa que este trabajo también pretende mostrar hasta qué punto el creador del texto se involucra con su historia, con la historia de la muerte de su pueblo, que es la visión de la muerte propia, a través de su producción literaria, y cómo ésta dialoga con la tradición literaria de la muerte latinoamericana.
En este texto puede percibirse claramente que el ordenamiento panóptico se derrumba mediante la subversión de los procedimientos disciplinarios que se aprecian al interior de la obra. El relato se configura como un clásico instrumento de vigilancia y castigo. Sin embargo, ese esquema se torna contra sí mismo a causa de la traición del principal agente regulador. El narrador abandona su misión, confundiéndose con los personajes, con el pueblo, permitiendo el desmoronamiento de los muros que mantienen aislado y vigilado al proletariado. Se libera lo indecible. Dios se ha dejado ver, porque la luz ya no sólo le pertenece a él. Una vez más, Prometeo es traidor.
El reclamo de quienes han sido masacrados se eleva desde el espacio de la Muerte, porque sólo allí la alteridad se vuelve indestructible. Su sacrificio no es en vano, ellos saben que han alcanzado la inmortalidad, que su voz se ha vuelto más fuerte que nunca. Ya no son murmullos ahogados, son los gritos de quienes no permitirán que crímenes como éste se vuelvan a cometer. Para ellos la literatura es el único lugar posible, el lugar de la muerte y la vida por excelencia. En ella viven y a través de ella mantienen viva la esperanza de que algún día habrá justicia para los oprimidos.
Palabras claves: muerte, traición, alteridad, panóptico, utopía, pueblo. | |
