El presente trabajo tuvo la finalidad de obtener información referente a la producción de abono orgánico a base de gallinaza y su posterior comercialización. El subsector avícola en Colombia genera 300.000 empleos directos e indirectos; participa con 1,6 % de PIB y participa con el 26,37% del PIB Pecuario (Superintendencia de sociedades, 2006, pág. 5) Colombia se posiciona como la quinta industria avícola de la región entre 20 países, detrás de Brasil, México, Perú y Argentina (Revista industria avícola y FENAVI para Colombia 2008). En toda explotación pecuaria se generan residuos y la avicultura no está exenta. Uno de los desechos de la producción de gallinas es el abono que se conoce comúnmente con el nombre de gallinaza, el cual está compuesto por los materiales que se emplean como cama, que incluyen cascarilla de arroz y/o viruta de madera y que a lo largo de todo el ciclo productivo (64 a 80 semanas) va logrando sus propiedades características (FENAVI-FONAV, 2002). Partiendo que la gallinaza es un residuo o subproducto de la explotación avícola, podemos generar valor agregado por medio de su transformación y comercialización.