Artículos de revistas
Feminismo y tercer milenio
Fecha
1996Registro en:
0036-4703
Autor
Balmaseda Cinquina, María Fernanda
Institución
Resumen
Resumen: Santo Tomás presenta su concepción acerca de la mujer tomando como punto de
partida la posición aristotélica y algunos pasajes de las Sagradas Escrituras entendidos
dogmáticamente. Siguiendo al Filósofo en su Comentario a la Metafísica, se
plantea si el hombre y la mujer son de diferentes especies o contrarios dentro de la
misma. Precisa que la diferencia que proviene de la forma es la que genera diversidad
de especies, pero no la que proviene de la materia. Así, observa que macho y hembra
son cualificaciones propias del animal implicadas en la definición de uno y otra, pero
que le convienen por la materia y el cuerpo'. La prueba de esto se encuentra en que
la misma esperma puede producir un macho o una hembra, según la diversidad de las
circunstancias, lo cual no sería posible si ellos fueran de diferentes especies, ya que en aquel está el principio activo que determina la especie: el mismo semen no puede
producir entes de distinta especie. Entonces, como lo masculino y lo femenino no
difieren según la forma, en el sentido metafísico de la palabra, el varón y la mujer no
son distintos según la especie. Tal es la conclusión a la que siempre se atendrá el Aquinate.
Cualquiera sea la perfección o la imperfección de tales o cuales individuos
de la especie, cualquiera que pueda ser la debilidad de la naturaleza femenina, jamás
abandonará este principio absoluto: la mujer es un ser humano completo, que, además,
por el carácter subsistente de su forma sustancial tiene la individualidad por la
forma con referencia a un cuerpo también individuado.